Te miraba y a veces,
muy pocas,
parecía que me querías; pero de verdad,
de esa forma que hoy ya nadie quiere:
Mejillas sonrojadas,
pupilas dilatadas (por mi, y sólo por mi),
temblores,
incluso parecía que querías que funcionase.
Son bonitas esas veces.
Luego estaban las otras,
muchas,
que creo que son las más ciertas hipótesis,
eran esas noches que me mirabas,
pero no decías nada (y tampoco había sonrisas
y eso hacía que quisiera morirme,
extinguirme,
hacerme pequeñita y desaparecer)
esas, esas eran las peores,
también las más comunes.
Ahora, cuando me miras,
ya no te veo,
sé que estás ahí dentro,
pero no consigo verte.
Sé que quieres gritar ¡Libertad!,
no lo haces..
pero ojalá lo hicieras,
porque te echo de menos,
a tus tonterías,
a tus medias sonrisas,
a tus carcajadas (y a tus llantos)
a tu forma de ser,
de caminar,
de besar,
total, que te echo de menos a ti.
Ojalá te viera como te veía,
ojalá me vieras como me veías,
y puestos a pedir, ojalá nos viéramos como nos veíamos.
Nos vemos en el Poetry Slam este año
ResponderEliminar(Más te vale)